Metro Los Teques: Una obra de ingeniería que replanteó la ciudad
Este 19 de octubre Metro Los Teques cumplió 21 años de haber sido constituida como Compañía Anónima para dar inicio a las gestiones administrativas que ocho años después (2006) se materializarían con la inauguración de la estación Alí Primera; obra de ingeniería que requirió la ruptura de montañas y la construcción de vías en donde ya había edificaciones, caseríos y estacionamientos.
Ya con seis años funcionando la estación Alí Primera en los terrenos que antiguamente ocupaba un estacionamiento; fue inaugurada en 2012, la segunda estación, la Guaicaipuro en el casco central de Los Teques, donde antes existían comercios dedicados a la venta de útiles escolares, comida internacional, reparación de electrodomésticos, entre otros.
Un año más tarde, en 2013 fue inaugurada la tercera, Independencia, en el sector La Matica, donde por años funcionó un concesionario de vehículos y posteriormente la funeraria Payares.
Más adelante, en 2015 entró en funcionamiento la cuarta estación, la Ayacucho, en cuyo lugar existían viviendas que fueron expropiadas y sus ocupantes reubicados en el urbanismo El Chorrito; esta obra de ingeniería fue la más impactante, por haber sido edificada con vías férreas en funcionamiento y favorece a los habitantes del sector popular del mismo nombre y otras zonas aledañas a la carretera vieja Caracas-Los Teques.
En 2015 llegó la modernización de la flota de trenes, fue adquirido el modelo Metrópolis, el más novedoso de Latinoamérica y con una capacidad para trasladar hasta mil ochocientos cincuenta y seis personas por viaje.
Pero este sistema no tendría sentido sin los más de 70 mil usuarios que a diario prefieren trasladarse por los rieles; y es esa lealtad que demuestran, lo que motiva a la compañía a prestar cada vez un mejor servicio, por ello los trabajadores administrativos, operadores de trenes, estaciones y de equipos, así como guardias de seguridad reciben con mística una formación integral socialista durante todo el año.
Pero construir este tipo de obra de ingeniería requirió replantearse la estructura de su ruta, derribando montañas y construyendo vías férreas donde ya había construcciones.
Sin embargo, este reto permitió a la empresa cumplir con su responsabilidad social con el aporte a la descongestión del tránsito vehicular en la carretera Panamericana con obras como los Distribuidores de La Rosaleda, Las Minas, Club de Campo, Los Cerritos y La Matica, además construyó varias pasarelas para el beneficio de peatones como las de la Urb.Santa María; Corralito y Montaña Alta.
Así se reconfiguró también la zona central de Los Teques y la carretera vieja. A su paso Metro también construyó escuelas e infraestructuras para el deporte y la cultura; reparó, remodeló, reubicó y construyó modernidad en vialidad, educación, salud y vivienda, que hoy permanecen y disfrutan miles de mirandinos y foráneos.