A casa llena se conmemoraron los 81 años del Ruiseñor de América
Azabache, Rondando tu esquina, juramento, mi muchachita, noche de ronda, te odio y te quiero fueron parte de las piezas interpretados para recordar al Ruiseñor de América “Julio Jaramillo”, en conmemoración a los 81 años de su natalicio este sábado primero de octubre.
El Parque Cultural Social Villa Teola, espacio recuperado por Metro Los Teques, fue el lugar idóneo para concentrar a los cantantes y músicos boleristas de los Altos Mirandinos, quienes una vez más a casa llena recrearon a los visitantes durante la tarde del pasado sábado.
El coordinador del recinto, Silvio Mencías, destacó que la Villa ha sido un motivo de inspiración para los integrantes del mundo del arte y la música, quienes han creado empatía con las comunidades y el espacio. “Se están organizando, día a día; nos dan a conocer sus propuestas para continuar dándole a los altomirandinos una programación variada y una buena opción para salir de casa en familia”.
Mencías, continúa organizando la grilla que estará disponible durante el año en este centro cultural, por lo que mencionó que desde el 8 de octubre inicia el Festival de la Canción Necesaria, evento que se extenderá durante todo el mes cargado de talleres, charlas, conferencia y presentaciones musicales.
Asimismo adelantó que para noviembre corresponde al Concierto de la Salsa y a mediados del mismo mes empiezan las actividades decembrinas.
Cabe señalar de esta actividad fue promovida para recoger fondos para los gastos médicos del requintista y guitarrista Hugo Carrasquero, quien se encuentra delicado de salud.
“Me siento muy conmovido, complacido y agradecido por esta hermosa iniciativa de mis colegas músicos, actualmente estoy bajo tratamientos de quimioterapia. No tengo palabras, muchas gracias”, dijo Carrasquero al momento que se quebraba su voz.
Por su parte Rossana Aponte, una visitante asidua de Villa Teola, dijo: “Estoy realmente enamorada de este lugar. No me he perdido ni un evento desde que se inauguró. Siento una cosa divina cada vez que vengo, de verdad que hacía falta algo así”.
Omaira Vargas, también habitante de Los Teques, agradeció la recuperación de la Villa, porque es un punto de encuentro para los amigos, para los amantes del arte y para toda la familia. “Es muy natural y limpio. Me siento en otra época”.